Popularizada a finales de los años 70, se ha convertido con las nuevas técnicas en uno de los procesos más habituales en Cirugía Plástica. Su indicación principal es el tratamiento de los depósitos de grasa en pacientes con buena elasticidad cutánea que no responde al ejercicio o a dieta específica.
Hoy en día ha evolucionado de tal manera que somos capaces de tratar y remodelar casi cualquier parte del cuerpo. A veces se combina con la inyección de la propia grasa extraída para remodelar aquellas zonas que adolecen de volumen (LIPOESCULTURA).
La liposucción también puede ser un tratamiento auxiliar en el tratamiento de la ginecomastia, remodelado de las reducciones mamarias, extirpación de lipomas, adelgazamiento de colgajos, mejoría temporal del linfedema, tratamiento de los depósitos de grasa inducidos por los corticoides o tratamiento complementario de la celulitis.
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