Entendemos por microcirugía aquellas técnicas quirúrgicas que utilizan un sistema óptico especial para aumentar la capacidad visual del cirujano, bien sea un microscopio o unas gafas de magnificación o lupa. Gracias a estas técnicas el Cirujano Plástico es capaz de reconstruir y reponer estructuras dañadas. Con la microcirugía somos capaces hoy en día de reparar estructuras vasculares, nerviosas y tendinosas que hace años o de otro modo sería imposible realizar. Asimismo nos permite transportar tejidos a distancia para cubrir defectos y restituir la función perdida. Por ello, actualmente es posible reimplantar un dedo, trasplantar dedos del pie a la mano, trasladar grandes bloques de tejidos microvascularizados de un lugar a otro del cuerpo o trasplantar tejidos de una persona a otra.
La utilización del microscopio en cirugía obliga a adquirir un nuevo hábito quirúrgico; es necesario operar sin verse las manos y con movimientos precisos y delicados. Esta capacitación se encuentra dentro de la formación de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética donde se entrena y conocen las técnicas microquirúrgicas más avanzadas.
Teóricamente se puede transferir con revascularización microquirúrgica cualquier tejido que tenga una arteria y una vena nutricia cuyos calibres sean de al menos 0,8mm para permitir una sutura con garantías.
Las indicaciones más frecuentes de esta técnica son:
- Pérdida de tejidos en regiones irradiadas y con mala vascularización.
- Exposición de material de osteosíntesis (placas, tornillos, clavos…).
- Grandes pérdidas de tejido.
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